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Diario de la Expedición: "Un tapiz de estrellas" La noche de ayer se fue prolongando hasta convertirse en amanecer. El espectáculo que se nos brindaba merecía que le robásemos unas horas al sueño. Sobre nuestras cabezas iban apareciendo miles de estrellas, tejiendo un tapiz difícil de olvidar. Sin duda, lo más llamativo era la Vía Láctea, nuestra galaxia, que se podía contemplar en todo sus esplendor. La oscuridad reinante en estas latitudes permite la observación directa sin que tengamos que esforzarnos demasiado para ver muchas de las constelaciones que viven en ella.
La Vía Láctea en todo su esplendor . Foto: Juan Carlos Casado La maestría del astrofotógrafo Juan Carlos Casado, habitual en las expediciones de Shelios, nos deja retener las imágenes del cielo nocturno del sur de África para conocer los astros que nos rodean. Junto a la grandeza de la Vía Láctea, la fotografía del cielo austral circumpolar -las estrellas que están por encima del horizonte y que son visibles durante toda la noche-, no deja de sorprendernos no sólo por su belleza sino por lo poco habitual de su obtención. Claro que para conseguir estas fotografías hay que armarse de paciencia y realizar exposiciones prolongadas para que las estrellas y sus movimientos queden recogidos por la cámara. Pesado trabajo en mitad de la noche, con frío, pero que tiene su evidente recompensa.
El movimiento de las estrellas en torno al polo sur celeste, captado en dos horas. Foto: Juan Carlos Casado El regreso desde el Delta del Okavango hasta el campamento Sitatunga nos permite reponer fuerzas e iniciar una visita a la cercana ciudad de Maun. Ciudad dispersa que ha crecido por la influencia del turismo lo que le ha permitido la construcción de algunos centros comerciales. Sin embargo, se mantienen los mercadillos populares en los que los lugareños ofrecen diferentes productos que van desde alimentos hasta transistores. En el caminar por uno de estos mercados descubrimos varias mujeres herero con sus llamativos trajes de colores, amplios faldones y ruletes en la cabeza. Proceden de Hereroland, un territorio que engloba parte del desierto del Kalahari, el noroeste de Namibia y el límite de Botswana. Es una tribu que en su mayoría es nómada y que subsiste en un terreno tan seco y pobre gracias al ganado y al cultivo de algunos vegetales como el guisante y el maíz. Sus trajes proceden de la influencia que las colonizadoras y misioneras ejercieron en Namibia. En la actualidad, se han convertido en una de las imágenes más llamativas del país.
La mirada de las mujeres herero refleja el poco interés que tienen por los turistas. Foto: Nanda Albert
La Ruta de las Estrellas: el Rincón del Estudiante.
La visita a Maun sirve también para intercambiar juegos con la chiquillería de la ciudad. Los estudiantes que viajan en la Expedición Shelios 2004 no tienen mucha dificultad para relacionarse con personas de culturas tan distintas a las suyas. www.expedicionesweb.com © Copyright 2023, Shelios® 
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