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Diario de la Expedición:
23 de agosto de 2004

"El cañón de Sesriem"

Abandonamos Swakopmund en una mañana nublada, típica de esta zona de la Costa de los Esqueletos. Poco a poco vamos avanzando hacia el interior del desierto del Namib, deshaciendo el camino que habíamos recorrido hace tres días. Nuestro siguiente destino es Sossusvlei-Sesriem, dentro ya del parque nacional Namib-Naukluft. A medida que hacemos kilómetros nos acercamos a uno de esos puntos emblemáticos que en sí mismos no tienen nada de particular pero que hace ilusión llegar a ellos: el paso por el Trópico de Capricornio, situado a 23º 27´ latitud sur. Son las 14:02 cuando nuestro GPS (Global System Position) marca esas coordenadas. Paramos y hacemos una foto para recordar ese momento.

Algunos miembros de la expedición "marcan" de forma simbólica la línea imaginaria del Trópico de Capricornio. Foto: Javier Cosme

Seguimos avanzando por el desierto hasta que llegamos al sitio donde pasaremos las dos próximas noches. Nos instalamos en Sesriem y lo primero que hacemos es ir a recorrer el cañón que lleva el mismo nombre. Se trata de un paso angosto excavado por el río Tsauchaub, una palabra compuesta que en lengua nama significa "el río donde crecen arbustos salsola o arbustos salados". La protección del sol y del viento que ofrece el cañon ayuda a que se desarrollen estos arbustos y algunos árboles de tamaño medio.

 

Las últimas horas de la tarde provocan extrañas formas en el cañón de Sesriem. Foto: Francisco Zumaquero

El nombre de Sesriem tiene su origen en las tiras de cuero que los conductores de bueyes utilizaban para sacar agua del fondo del cañón. Debían unir seis de esas tiras, de medida estándar, para que el cubo que ataban al final llegara hasta el agua. Un agua que en esta época del año, el invierno austral, casi brilla por su ausencia. Cuando hay más abundancia de ella la corriente del río Tsauchaub se pierde en las dunas de Sossusvei, nuestra visita de mañana a primera hora para ver salir el sol. Hoy hemos disfrutado de un atardecer "de los de África".

Otro magnífico atardecer, esta vez encima de una de las paredes del cañón de Sesriem. Foto: Ane Lasa

Un buen lugar para la observación nocturna y aprovechando la presencia de la astrofísica Cristina Abajas en la expedición, hemos escuchado antentamente la charla sobre las estrellas, sus características, su evolución estelar y los cúmulos estelares, y las nebulosas y su clasificación. Después, el astrofotógrafo Juan Carlos Casado nos contó y nos enseñó cómo fotografiar el infinito. Nuevos datos para conocer mejor nuestro cosmos.

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La Ruta de las Estrellas: el Rincón del Estudiante.

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Foto y comentario: Tamara Fuentes

"Ver este cañón me ha recordado los barrancos de mi tierra, en Tenerife. La diferencia es que mientras allá corre el agua de vez en cuando, aquí no hay manera con este desierto".

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