Diario de la Expedición
Imágenes
Crónica:
22 de agosto de 2012

¡A Qalerallit Sermia!

Hoy nos hemos sentido como verdaderos exploradores. El acceso al Inlandis, la meseta helada de Groenlandia y que a su vez permite llegar al polo norte se realiza a través de la entrada por la que hoy hemos accedido. Se trata de un camino que discurre por encima de la morrena del glaciar. Piedras cubiertas de arena que en algunas zonas se asientan en un hielo negro resbaladizo suponen una barrera a la hora de avanzar. El trayecto empinado, las grietas del hielo que apenas se descubren desde la superficie esconden el mayor de sus secretos: la cumbre desde la que se divisa el glaciar Qalerallit Sermia.

Una visión majestuosa que se ve incrementada por el efecto del sol sobre la superficie helada. Ramón Larramendi, uno de los mayores y osados aventureros de las tierras heladas del polo norte y sur nos ha acompañado convirtiéndose en un maestro de todas las maravillas de este mundo. Simplemente el observar como fija su mirada y mantiene la templanza confirma su capacidad para poder sobrevivir en este mundo tan bello como extremo.

Una comida ligera en esta zona batida por el viento nos da la fuerza suficiente para iniciar la bajada. El hielo ha perdido las zonas rugosas. Esto dificulta el descenso si no se viene provisto de crampones. Varias horas de marcha y al final embarcamos hacia el campamento.

El glaciar nos despide cubriéndose por una densa niebla que cae como una cascada a través de la montañas.

por Adela Iglesias Rodríguez
DUE y Licenciada en Ciencias de las Información.